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Pulgón negro: descubre algunas soluciones ecológicas

Una de las plagas más famosas y conocidas por cualquier agricultor es el pulgón. Dentro de este amplio grupo de áfidos (como suelen conocerse) encontramos el conocido como pulgón negro de las habas, dado que tiene especialización por el cultivo de habas y otras leguminosas, aunque también puede afectar a muchos otros cultivos.

Lo más interesante de todo es que no todos los productos que funcionan para pulgón verde lo hacen con la misma eficacia para pulgón negro, ya que existen diferencias en su morfología, por lo que solo los productos de amplio espectro o enfocados a este tipo de pulgón son realmente eficaces.

En este artículo queremos enseñarte a identificar y a controlar al pulgón negro de las habas que, por su aspecto y color, es muy fácil de identificar. En la prevención está el éxito, así que con un poco de vigilancia podremos detectar los primeros focos en nuestras plantas para actuar rápidamente y con determinación.

Características del pulgón negro

Vulgarmente se conoce como pulgón negro o pulgón negro de las habas, aunque para que no haya equivocación, hablamos de Aphis fabae. Su nombre se debe a que suele tener predilección por las fabáceas o familia de leguminosas. Sin embargo, se considera una plaga muy polífaga y puede afectar a una gran variedad de plantas con tal de satisfacer su alimentación.

La forma de actuar de todas las familias de pulgones se basa en succionar la savia de la planta, la cual tiene elementos azucarados que sirven para alimentar a toda la población de pulgones. Para ello cuenta con estiletes en su boca que clavan en las partes más blandas y sensibles de la planta, como son los nuevos brotes y hojas recién brotadas

Esta savia muchas veces llega a manchar las hojas por las excrecciones que hacen los insectos una vez se han alimentado, pringando toda la superficie foliar y reduciendo la fotosíntesis de la planta. Además, estas sustancias azucaradas atraen a un gran número de insectos y hongos, que agravan el problema. De sobra se conoce la asociación entre las hormigas (prácticamente inocuas para las plantas) y el pulgón, o el hongo negrilla (fumagina) y el pulgón, aunque en este caso sí afecta a la producción de la planta.

Ciclo de vida e identificación

El ciclo de vida de los pulgones es bastante complejo y puede cambiar dependiendo de la especie. Existen especies cuyos adultos poseen alas y son capaces de desplazarse a otras plantas para continuar alimentando y aumentando la población. Normalmente, en los invernaderos, la reproducción más habitual es la partenogénesis, con hembras vivíparas que siguen produciendo nuevas generaciones de hembras.

Esto se conoce como anholocíclico, lo que significa que desaparece la fase sexuada. De esta forma los pulgones se reproducen por partenogénesis todo el año, dependiendo de las condiciones climáticas del entorno donde actúe.

Su identificación es sencillo, ya que posee un color negro que contrasta muy bien con el verde de las hojas. De cerca, posee un color verde oliva oscuro con bandas negras en todo el recorrido de la espalda.

Sus patas muestran colores amarillos claros con puntos de color oscuro. Aunque de tamaño sean pequeños, de entre 1,5 y 3 mm, son fáciles de observar a simple vista, sin necesidad de lupa.

¿Cómo afecta a las plantas el pulgón negro?

Los daños que produce en la planta están relacionados con el debilitamiento general por succión de la savia y fotoasimilados. Indirectamente, uno de los mayores quebraderos de cabeza para los agricultores profesionales es la transmisión de virus, cuyo método de cura aún no se ha obtenido.

Las partes inicialmente atacadas por el pulgón negro son las más tiernas, que coincide con los nuevos brotes, tallos y hojas que produce la planta. Éste es el primer lugar donde tenemos que buscar. Los primeros individuos se pueden encontrar protegidos en las hojas, aún enrolladas, antes de su apertura, por lo que hay que andar con precaución y observar cada cierto tiempo su evolución o presencia.

Tanto los adultos como las ninfas de los pulgones negros succionan la planta, extrayendo azúcares que inicialmente iban destinados a la raíz, flores y frutos. El desarrollo de la planta se ralentiza, se produce la deformación de las hojas y algunas partes pueden necrosarse. Además, de forma indirecta la planta se debilita y aparecen otras plagas y enfermedades que aprovechan la situación para atacar.

Tratamientos ecológicos para su control

Actualmente existe un gran catálogo de productos interesantes para el control de todo tipo de pulgones, incluyendo el pulgón negro de las habas. Entre ellos, podemos diferenciar 3 tipos: los tratamientos convencionales, con fitoquímicos, los ecológicos (productos de bajo o nulo impacto para animales y seres humanos) y los insectos auxiliares, nuestros grandes aliados.

Productos ecológicos

Si tenemos pocas plantas y detectamos algunos individuos de pulgón negro, la forma más fácil es eliminarlos manualmente con un papel o trapo, limpiando la zona. Sin embargo, si tenemos muchas plantas, tenemos que recurrir a aplicaciones foliares.

Actualmente existen diferentes productos en base a jabón, aceite de neem, extractos vegetales o tierra de diatomeas que son interesantes para, poco a poco, ir reduciendo la presencia de la plaga hasta acabar con ella.

El jabón potásico tiene la ventaja de que limpia las hojas impregnadas de melaza y ablanda el exoesqueleto, obstaculizando las vías respiratorias y produciendo la muerte en ninfas y adultos. Si no tenemos este producto en casa, podemos recurrir a utilizar otro tipo de jabón de limpiar, aunque hay que contar con que muchos de estos productos pueden contener sustancias perjudiciales como tensioactivos o amonios cuaternarios que no nos interesa llevárnoslos a la boca.

Cómo aplicar jabón potásico: la dosis habitual es de  1-2% (10-20 cc/hl) para productos con una concentración al 25%. Si el jabón va al 50% de concentración, utilizar la mitad de dosis.

Cómo aplicar aceite de neem: aplicar foliar con un pulverizador a una dosis del 0,2-0,3% (1-2 ml/L de agua)

Cómo aplicar tierra de diatomeas: la tierra de diatomeas está formada por rocas de sílice con partes puntiagudas que se clavan en los insectos cuando se mueven por el suelo o cuando aplicamos el producto de manera foliar. Para el pulgón negro, aplicamos una solución diluida al 1% (10 cc/L de agua) con un pulverizador, directamente sobre el foco de la plaga.

Control biológico

Otra forma interesante de control de manera totalmente ecológica todo tipo de pulgones es mediante fauna auxiliar. Depredadores que se alimentan de adultos, ninfas y huevos o bien parasitan y matan a la población. Aunque a día de hoy este método de control está principalmente reservado a agricultores profesionales, cada vez más se está adaptando al agricultor doméstico.

Adalia bipunctata: mariquita depredadora

Las mariquitas adultas y las larvas son grandes deprepadores que se alimentan de todo tipo de pulgones, incluido el pulgón negro. Una estrategia que funciona muy bien es que este coccinélido realiza la puesta de los huevos junto a los de pulgón. Cuando la larva eclosiona, se alimenta directamente de los huevos.

Aphidoletes aphidimyza: cecidómido mosca depredadora

Los cecidómidos adultos se sienten atraídos por el olor azucarado de la melaza de las plantas. Por ello, actúan con rapidez depositando sus huevos en las colonias de pulgones, de forma que cuando éstos eclosionan, las larvas se empiezan a alimentar de adultos. Tiene una estrategia ganadora basada en paralizar al individuo antes de comérselo.

Aphidius matricariae: avispa parásita 

La avispa parasitaria tiene gran capacidad para afectar a plagas como el pulgón negro, teniendo especial predilección por el pulgón del melocotonero (Myzus persicae) y el pulgón del tabaco (Myzus persicae nicotianae).

Aphidius colemani: avispa parásita

Son las hembras adultas de las avispas parásitas las que ponen sus huevos de una forma parasitaria en el interior de los pulgones, provocando su hinchazón y endurecimiento y convirtiéndolos en momias coriáceas de color gris o marrón. Las primeras avispas parásitas adultas emergen a través de un orificio redondo en la parte posterior de la momia, unas dos semanas después de su puesta.

Afecta principalmente a estas especies de pulgones:

  • Pulgón del melocotonero (Myzus persicae var. persicae)
  • Pulgón del algodón (Aphis gossypii)
  • Pulgón del tabaco (Myzus persicae var. nicotianae)

Chrysoperla carnea: crisopa

Las hembras adultas de Crisopa pueden depositar entre 400 y 500 huevos por puesta, pudiendo hacerlo de forma individual o en grupos. Nada más salir la larva de los huevos, tienen un apetito voraz y buscan, por contacto, cualquier áfido para alimentarse de sus jugos. El hecho de que los adultos de Crisopa hagan la puesta lo más cerca posible de las colonias de áfidos hace que la eficacia del control biológico aumente.

Leer más: cómo combatir el pulgón con lucha biológica

Referencias: Koppert

Control convencional

El uso de insecticidas convencionales es la forma más efectiva de controlar estos insectos, aunque tiene el handicap de que tienen plazos de seguridad y medidas especiales de aplicación, ya que son potencialmente tóxicos.

Las materias activas acetamiprid, cipermetrina, deltametrinas y betaciflutrin son las más efectivas. En este enlace tienes el listado oficial de productos autorizados en España.

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