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Principales cuidados de la planta sansevieria

Una de las plantas más conocidas para uso de interior, quizá por su extrema rusticidad y bajos cuidados, es el género Sansevieria. Una especie de tipo herbácea que muchos la asocian a la familia de los cactus, aunque realmente pertenezca a las asparagaceáceas (Asparagaceae).

La sansevieria y todas las plantas que pertenecen a este género son las primeras que los usuarios nóveles que quieren ponerse a prueba con el cuidado de una planta consigue en vivero o prestado de amigos o familiares.

En este artículo os vamos a contar toda la información interesante que hay detrás de las especies de sansevierias, así como una guía de sus principales cuidados. Ya te anticipamos que es extremadamente fácil y su mayor enemigo es el agua (¡en exceso!).

Características de la planta sansevieria

La sansevieria es considerada una planta de tipo herbácea, aunque con una morfología y desarrollo totalmente distinta a cualquier planta que podamos pensar. De hecho, por su forma y la presencia de ella en zonas extremadamente secas se le asocia con los cactus y las crasuláceas.

Su origen es variado, ya que el género Sansevieria está compuesto por más de 130 especies. Las primeras observaciones de la planta se realizaron en Asia y África, aunque hoy en día está extendido por todo el mundo dada su capacidad para adaptarse a todo tipo de medios.

Taxonomía

  • Orden: Asparagales
  • Familia: Asparagaceae
  • Género: Sansevieria

Nombres comunes: planta de la serpiente, espada de San Jorge,  cola de lagarto o lengua de suegra.

Por la particular forma que describen sus hojas, de color verde intenso, con bordes amarillos y crecimiento muy vertical, la sansevieria es una planta muy utilizada como elemento decorativo, incluido en ambientes cerrados, por lo que muchas veces se compra como planta de interior.

Tipos de sansevierias

De las 130 especies descritas del género Sansevieria, existen dos especies que se han adaptado perfectamente al cultivo en interior, por su extrema resistencia. Hablamos de Sansevieria trifasciata y Sansevieria cylindrica. Ambas son especies totalmente diferenciadas entre sí, siendo la más conocida la primera pero ganando día a día en adeptos, por su forma cilíndrica, la segunda.

Sansevieria trifasciata

Nada más viendo las hojas te explicarás por qué en países sudamericanos se conoce como lengua de suegra, planta de la serpiente o espada de San Jorge. Y es que lo más característico de la planta es la curiosa forma de las hojas, las vetas que tiene y los bordes de color amarillo.

Esto es lo que hace de esta planta una de las más usadas a nivel ornamental, unido a que es una planta que exige pocos cuidados.

Otra curiosidad que hace que haya subido los adeptos al cultivo de Sansevieria trifasciata es que la NASA la ha considerado como una de las mejores plantas purificadoras de aire, ya que tiene la particularidad de reducir la presencia en el ambiente de elementos químicos como el formaldehído y benceno, presentes en algunos productos de limpieza.

Dentro de esta variedad existen subespecies para «trifasciata» con ligeras diferencias entre sí visuales, pero con los mismos cuidados:

  • Sansevieria trifasciata var. ‘Variegata’
  • Sansevieria trifasciata var. ‘Laurentii’
  • Sansevieria trifasciata var. ‘Hahnii’

Sansevieria cylindrica

Como alternativa, prácticamente con los mismos cuidados pero visualmente muy diferente de la anterior, tenemos la especie Sansevieria cylindrica. Sus hojas son más tubulares y con un verde algo más claro, sin bordes amarilos.

Tiene más carne, por lo que acumula algo más de agua y, por tanto, sus necesidades requieren un poco más de humedad, pero prácticamente no existen cambios a la hora de cuidar los distintos tipo de Sansevierias.

Esta planta también se adapta muy bien a cultivo de interior, ubicándola en la zona más iluminada de la casa y moderando muchísimo el aporte de humedad para evitar pudriciones.

Principales cuidados de sansevieria

Sansevieria es un género de plantas acostumbrada a entornos muy cálidos. Estas especies se han acostumbrado a lo largo de los siglos a almacenar grandes cantidades de agua en sus hojas, de aspecto carnoso, como previsión a las bajas pluviometrías de la zona.

Aunque prácticamente se adapta a entornos fríos, su crecimiento se ve resentido, por lo que en zonas con inviernos muy fríos puede cultivarse como planta de interior, para la cual seleccionaremos especies de pequeño tamaño.

Climatología

Temperatura

Soporta un rango climático muy amplio, con temperaturas que superen los 45 ºC y fríos de hasta -5 ºC. Para climas muy fríos, las hojas se resienten perdiendo su color original y deteniendo su crecimiento.

Si se cultiva como planta de interior, cualquier entorno de la casa es apropiado, aunque es especialmente recomendable ubicarlo en la zona con más luz, incluso con Sol directo.

Iluminación

Sol, Sol y más Sol. A lo largo de su evolución, las especies de Sansevieria se han adaptado incluso a entornos desérticos con Sol directo durante más de 12 horas al día. Sus hojas, aunque son carnosas, tiene un grosor de epidermis muy grande para evitar la fotorespiración (pérdida de agua) en la mayor cantidad posible.

Por tanto, no sufre con el Sol directo si se realizan los aportes hídricos recomendados.

Humedad

Sansevieria suele crecer en entornos secos, por lo que se adapta sin problemas a distintas condiciones de humedad. Hablamos de zonas secas, con media de humedad relativa por debajo del 40% o incluso en zona costeras, donde también se planta mucho, con humedad medias que superan el 70% u 80%

Suelo o sustrato

Cultivo en el jardín, los requerimientos mínimos pasan por tener un suelo suelto, con buen drenaje y preferiblemente una textura de suelo arenosa. Esta condición es preferible dado que retiene menos cantidad de agua al estar formado por granos de mayor tamaño y filtrar con mayor velocidad el agua.

Lo que hay que evitar en todo momento con la Sansevieria y todo tipo de plantas de bajo régimen hídrico es el exceso de agua. De hecho, este condicionante es uno de los principales motivos por el que se sequen este tipo de plantas.

Aunque veas el sustrato superficial seco, eso no quiere decir que en su interior no haya humedad. Por lo tanto, los primeros meses, para ir controlando el aporte de agua, toca mancharse los dedos y comprobar con el índice, introduciéndolo en los primeros centímetros de sustrato, la humedad.

A la hora de preparar un sustrato ideal para sanseviera, mezcla a partes iguales turba y materiales inertes y muy drenantes, como los siguientes:

También puedes utilizar grava volcánica, arenas o cualquier materiales de gránulo grande que ofrezca buenas prestaciones de drenaje.

Riego y aporte de agua

Siguiendo con las recomendaciones del punto anterior, solo regaremos cuando el sustrato ya no tenga humedad, dejando las raíces sin humedad entre riego y riego. De forma general, en verano se suele regar entre 1 vez por semana en climas muy secos y cada 15 días en zonas menos cálidas, siempre con una cantidad de agua que permita un ligero drenaje pero sin empapar el sustrato.

En invierno, dependiendo de la zona climática, prácticamente no regaremos. Si no hay pluviometría, se pueden realizar riegos de poco caudal 1 vez cada 20 días.

¿Cómo calcular la cantidad idónea de riego?

Generalmente, siempre podemos tener la duda de cuanta agua aplicar por cada riego en cultivos de macetas. Con un volumen definido de sustrato, los expertos recomiendan aplicar 20%  de agua con respecto al volumen de la maceta para plantas de grandes necesidades de humedad, y 10-15% para plantas que prefieren sustratos suelos y secos.

Por ejemplo, si tenemos una planta con altos requerimientos de humedad, en un volumen de maceta de 10 L, aportamos alrededor de 1,5-2 litros por riego, asegurándonos que siempre salga algo de agua por el plato, señal de que se ha distribuido bien el agua por todo el sustrato y drena algo de agua, arrastrando sales perjudiciales.

Para plantas con requerimientos bajos de humedad, como las sansevierias, para una maceta con 10 L de volumen aportaríamos entre 1-1,5 L.

Estos datos son términos generales y tendremos que adaptarlo a nuestro clima, tipo de sustrato, disposición lumínica, etc.

Abonado

El aporte de fertilizantes a la planta debe ser muy comedido, ya que no nos interesa una sansevieria de grandes dimensiones en el interior de casa. En nuestro caso, hemos visto como recomendable el aporte de abono granulado o fertilizante líquido al inicio de primavera, sin reaplicaciones, salvo que las hojas pierdan su color original o haya una ligera clorosis.

Para su mantenimiento, puedes utilizar abono granulado NPK 12-8-16, aportando 10-20 gramos por maceta. Los gránulos van lentamente solubilizándose con el aporte de los riegos, aportando nutrientes en los siguientes meses.

Poda

Las sansevierias no suelen podarse salvo hojas que empiezan a enfermedad o han recibido daños por golpes o cicatrices. Aquellas que se encuentren a medio camino de secarse o estén ligeramente podridas conviene cortarlas con un cuchillo afilado desde la base.

Multiplicación

División de rizomas

Una de las formas más sencillas de dividir la sansevieria es por división de romas. Cada hoja crece de forma independiente desde un rizoma o callo de raíz, que con mucho cuidado puede dividirse y formar nuevas plantas a partir de ella.

De hecho, muchas veces no es ni necesario realizar esta operación, ya que desde el propio rizoma aparecen nuevas hojas que salen del sustrato y que también se pueden separar con facilidad.

A partir de hojas

Otra forma algo más complicada pero igualmente satisfactoria es seleccionando una hoja, cortándola en trozos de 5 cm y poniendo el corte en base con el sustrato humedecido, para generar nuevas raíces y obtener una planta independiente.

El principal inconveniente para la variedad Sansevieria trifasciata es que, al hacer la multiplicación por este método, se pierde el borde amarillo tan característico y valorado como planta ornamental.

Plagas y enfermedades

Aunque es una planta con mucha resistencia a las inclemencias climáticas, lleva muy mal el exceso de humedad en el sustrato. Esta mala labor se paga con la aparición de hongos de cuello que atacan las raíces y se aprovechan del debilitamiento general de la planta por ausencia de oxígeno en el medio.

Insectos

En este tipo de plantas que comparten junto con las plantas crasas hojas carnosas y con agua en su interior, sansevieria es normal que sufra el ataque de distintos tipos de cochinillas, siendo la más conocida y famosa la cochinilla algodonosa.

Un insecto sin movilidad, de cuerpo blando y algonodoso, color blanco, que succiona la savia. Se puede eliminar con aplicación de agua pulverizada con jabón potásico.

Enfermedades

  • Pudrición de cuello: está relacionada con hongos de suelo como Phytophthora o bacterias como Erwinia. Generalmente la aparición de estas enfermedades está asociado.
  • Botritis: aprovechando cicatrices sin curar o heridas en la base, este hongo aéreo forma una masa pulverulenta de color gris, con mucha humedad y olor a podrido. Se debe eliminar la parte afectada y aplicar fungicidas o cobres para cicatrizar la herida.

Principales problemas de las sansevierias

Hojas blandas, poco turgentes y de color marrón

Las raíces de la sansevieria necesitan respirar continuamente. Por eso, cuando se aporta mucha agua al sustrato y baja el oxígeno, el comportamiento de la planta es muy parecido a la ausencia de agua, ya que de igual forma tampoco puede absorberla.

Un exceso de agua hace que la sansevieria pierda su turgencia natural, volcándose las hojas y perdiendo su verdor original. Si el sustrato continua encharcado, las hojas pueden volverse marrones y aparecer hongos anaeróbicos como Phytophthora.

Hojas sin su verde vivo original

Cuando pierden el verde vivo, si el sustrato está en perfectas condiciones y no estamos aportando agua en exceso, es probable que necesite un poco más de iluminación. La luz es la fuente productora de clorofila, el pigmento verde que da color a las hojas. Su ausencia hace que se produzca en menor cantidad y origina el color menos verdoso de las hojas y su clorosis.

Puntas secas

Cuando las puntas de la sanseviera se secan, puede deberse a un exceso de Sol con altas temperaturas, propio de climas cálidos en verano. Además, también es síntoma de una falta puntual de agua.

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